sábado, 28 de febrero de 2015
Soledad
estás tan bello con tal calma, con tal desolación en esta oscuridad tan turbia de la densa niebla de la violencia de hace segundos.
sólo estás aquí
y veo tus labios curveos
lindos
bellos
con un leve tono carmesí
tal como el botón de una rosa
madura
inquietante
pero tímida
y agitada de abrisrse
y una pequeña gota cae sobre esta
permitiendo que la lágrima resvale
lentamente
entre tus pétalos marcados
y yo sólo me acerco
y los beso
los arranco
lentamente
comisura por comisura
intentando abrirlos
intentado resucitarlos
intentado darte la vida
a través de este leve
beso que es excitado por el más oscuro deseo mío
de verte parado
en vida
pero con la quietud que ahora tienes
no con el desinforutnio de años
momentos
y malos ratos
sino con aquella quietud de soledad
que me compartes
con tal esfuerzo
que me calma
y me provoca una cierta
felicidad
pero no puedo disfrtarla
no de esta manera
esta soledad que interrumpe en mi pensamiento
en la oscurdiad
de la noche eterna
que interfiere en cada pensamiento mío
que haré sola ahora?
que acaso la soledad era algo tan deseado d emi parte que es en este minuto de la media noche cuando entiendo que no es mi vida el echo de existir en la melancólica oscuridad de mi propia existencia?
que es aquella inoprtunada idea que disipa mis sentidos y me hace temlbar
ante la idea de verte tan quieto y callado
pero sin una gota de vida
sino sólo la gota de mis lágrimas
que se introducen en tu organismo
intentado resucitarte
y exigiendo que tus plumonos
que tu aliento
trajeran algo a mi
sin importa r que fuese
incluso una terrible golpiza
pero con la pequeña
e impacinete
esperanza
de creer
que aún seguirías vivo
sin importar las consecuenicas
sin importar la decadencia de esta vida
sin importar mi destino...
pero morir
morir sola?
...
no.
la soledad no es lo que espero de mi
es algo que no podría cargar en mi ahora
tanto en mi presente
ni tanto en mi futuro
sólo en i pasado
y no pretendo regresar en ese camino
en el que siempre he estado sola
querida
sí
pero sola al fin y al cabo
una soledad que no describiría con palabras
sino con emociones
con el viento
con la oscuridad iluminada por tintes de luna
y sólo con el aullido de un lobo
o el aleteo de un murciélago
y aunque la soeldad me ha perseguido por la eternidad
de mi propia existencia
por la eterna forma de beber agave contaminado de aguardiente
de irresistbles paseos por la noche
en campos de grillos
no deseo estar sola
porque me amo
me amo tanto
que podría matarme de ser necesario.
sólo así seguir viviendo
pero el morir
sería el último acto
de eterna soledad.
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