viernes, 8 de enero de 2010

Lluvia

Ayer en la noche llovió y se siguió hasta el amanecer. Del mismo amanecer continuó hasta el atardecer y mientras tenía que ir a un ensayo con la mochila de frente, cosas en la mano, una chamarra, una gabardina, guants por el frío, la bufanda, mis audífonos para escuchar música... ¡ME RESBALÉ TRAS LA BANQUETA MOJADA!

Caí, me lastimé la pierna: maldije la lluvia, me enfurecí hacia mis tenis y fuí de ese modo hasta mi destino. Pero antes de llegar, a una cuadra mas o menos, me empecé a reir de mi mismo: me había imaginado con todo eso como si hubiera caido como un montón de ¡SPAGUETTI!

¡Fué sumamente gracioso!

Y claro, me di cuenta: aunque estemos acapartados de proyectos, aunque estemos con la mente en otro mundo y sin saber que pensar: podremos caer, pero siempre nos podremos levantar nuevamente y maldecir todo eso y seguir adelante... para después simplemente reir.

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