domingo, 20 de noviembre de 2011

Las Brujas de Macbeth

Veamos...

En esta nueva adaptación que estoy tratando de realizar para la materia de Dirección III es una mezcla de "Las Euménides" de Esquilo y "Macbeth" de William Shakespeare.

La base en sí.. es el hecho de que las Euménides no se les fué otorgado su dote divino de llevar a la locura a Orestes. Por lo tanto regresarán en otra época para vengar la vida de Climenestra y así cobrar lo que tanto ellas sienten y sufren. Las Brujas, reconocidas así en vez de Euménides... regresan pero en otra forma también... y se encuentran con el alma de Orestes siendo ahora Macbeth...

Pero las brujas son seres místicos que viven en todas partes, que pueden transoprotarse de toda manera y que es imposible poder descifrar en sí si son o no son aquello que podemos ver. Son seres repugnantes y distintos pero.. no sabemos que son.

Estaba viendo videos de lechuzas que al parecer habían sido heridas... o por lo menos dice en uno de estos videos que una fué herida por un balazo y al parecer la otra estaba enferma: ambas reaccionaban del mismo modo con movimientos de un lado a otro con la cabeza.

Existe el dolor, existe una emoción: las emociones tienden a ser parte del ser humano. Lo más curioso de todo esto es: que aquellos que son animales, criaturas nocturnas, seres que pertenecen a la naturaleza... lucen lo más humano y existente. Pareciera que viesen a través de un ojo humano para comunicar su dolor.

¿Qué no son, entonces, las Euménides sino criaturas que sufren el asesinato de una madre?


Oscuras... siniestras y nocturnas las brujas en las noches... pero no se ocultan porque gracias a la oscuridad que les oculta son capaces de todo.. pero es la luz lo que las limita porque pueden ser vistas. Entonces, ¿qué es la luz sino aquello que revela todo lo real de nuestra existencia?

martes, 15 de noviembre de 2011

Blanc continue...

Deja de leerme. Basta. No seas de esa forma. No me mires a través de esa mirada penetrante que impulsa los sentidos de este cuerpo frágil. Sólo ve a otro lado
a otro lado .. sólo observa a otro lado.
no.. no te quedes callado.
sólo.. sólo siente, escucha el río
escucha el viento
escucha cada palabra que la naturaleza pronuncia a través de tu alma
estamos aquí.. solamente estamos aquí.
blanco, otra vez
blanco...
somos jóvenes
pasarán los años?
o sólo el tiempo se de tiene en este momento tan absurdo?
esta bien mírame
pero de esa manera
mírame sin esa máscara del principio
estoy cansado de las falacias
sólo tú
tú estás
como pasto en un estrépito y extenso llano
mira.. es el sol.
como si las nubes cayeran azul
trago
sabor a lluvia
-¿sientes mi mano?
-siempre.
-no llores
-no lo hago
-no llores
-tranquilo
-no llores, ven.. 
-no.. 
-ven..
-es sólo las palabras que se difuminan en el viento
y nada más.
sólo la lluvia limpia nuestras lágrimas de un momento de debilidad.

Luz

*Flor árida
*flor roja
*pétalos cayendo
*en un espacio blanco
*tan blanco que deslumbra
*y lastima la mirada de aquel que percibe la esencia de este ambiente tan agotador y frío
*¿una frialdad tan blanca
*tan estrépida y cálida a la vez?
*¿cómo converitr lo frío en cálido?
*¿y si la flor desapareciese?
*¿sí en vez de pétalos se viesen cabellos rojizos iluminado por el alba
*entre vestidos de seda y aromas a flores eternas?
*Una danza, entre luz blanca
*una danza entre un hombre y una mujer.
*Pero no puede tocarlo,
*no puede alcanzarlo,
*esta tan lejos
*y tan cerca.
*Y tan solo...
*tan solo con poderle tocar la mano...
*con tan solo poderlo tocar... sería un sueño.
*Un sueño debastador que la haría sonrojarse,
*sonrojarse y reir.. sonreir en esa eterna luz que cega todo camino.
*No puede ver nada,
*absolutamente nada,
*sólo la silueta de aquel que desea.
*Y si.. ¿y si en vez de tocarlo.. tan sólo pudiera besarlo?
*Un solo beso
*sin importar el tiempo.
*Sólo besarlo
*sentir su labio rozar con esos labios cálidos.
*Sentirse unida
*en ese espacio blanco
*de iluminación eterna
*a aromas de flores inmortales.
*Sólo un beso
*y podría morir en paz.
*Suspirar
*y sonreír
*en la distancia de algo inalcanzable...

domingo, 13 de noviembre de 2011

Las Euménides

Las tres Erinias personificaron la ira femenina en la mitología griega, durante tiempos en los que se cuestionaba, incluso, el valor de la maternidad.

Erinias para los griegos, Euménides o “Bondadosas” para Orestes, las Solemnes, las Venerables, las diosas locas, cualquiera de sus nombres causaba escalofrío.
Y es que cómo no temer a las tres hermanas, Alecto, Tisífone y Mégera, cómo no aterrarse de sus cuerpos oscuros con alas membranosas, de sus colmillos caninos, de sus cabelleras de serpiente, de sus látigos y sus antorchas, si su apariencia era menos terrible que el castigo que inflingían.
En aquella Grecia en la que no había quien hablara por la mujer, el mito de las Erinias era todo cuanto quedaba como defensa.

Las hijas de Gea

Cuando Crono castró a su padre Urano esperando que no tuviera más descendencia, arrojó los testículos al mar. Pero no contaba con la exagerada fecundidad de la Madre Tierra, que al contacto con la sangre brotada de la herida engendró a las tres Furias.
Así, originadas por una llaga, las Erinias vivían en perpetuo dolor y los actos de los hombres lo incrementaban. Las afrentas a la familia, principalmente a la madre, les resultaban intolerables.
Por propia voluntad o por atender a un llamado emergían de su casa en el Infierno para perseguir al culpable y torturarlo mediante sus propios remordimientos.
El sufrimiento mental alcanzaba un nivel tan agudo que inevitablemente el acusado llegaba a la locura.


El joven Orestes, por ejemplo, en la tragedia de 
Esquilo, resuelve cobrar venganza de su madre Clitemnestra quien había asesinado a su padre Agamenón.


Las Furias persiguen a Orestes

La familia era claramente disfuncional, Electra, la hermana, incluso dio nombre a un complejo. Pero ante los ojos de las Erinias ninguno de los miembros de la malhadada familia era tan culpable como el muchacho. Nada podía justificar el asesinato de una madre, nada.
De manera que se arrojaron sobre Orestes para castigarlo día y noche, persiguiéndolo a donde quiera que fuera.
Ni el beneficio de lavarse las manos ensangrentadas le fue concedido. La Furias eran implacables. Dormían a su lado para vigilar a quienes querían acercarse.
Orestes, que lo probó todo, cuanto sacrificio propiciatorio había en el libro, hasta arrancarse un dedo de un mordisco, comenzó a perder la razón. Tenía lapsos en los que aullaba como perro perdiendo todo contacto con la realidad.
Tal era la justicia de “las Bondadosas”.

Atenea y Apolo contra las Erinias

Pero si bien el juicio de las hermanas podría criticarse de parcial a favor de las mujeres, el criterio de los dioses olímpicos no era exactamente neutral.
Atenea fue la primera en apiadarse del matricida. Orestes regresaba de su periodo de destierro y dirigiéndose a la diosa abrazó su imagen en su templo de Atenas. Las Furias, que lo habían perdido por unos momentos, no tardaron en alcanzarlo jadeando.
Entonces dieron cuenta de su crimen ante el pueblo de Atenas. Pero sucedió que Atenea junto con el dios Apolo consideraron que el criminal merecía un juicio, más aún se propusieron a sí mismos como sus abogados defensores.


La maternidad segun Apolo

Aquel sería un proceso para recordarse. Apolo abrió la defensa con el imposible alegato que argumentaba la falta de relevancia de la madre.
La madre, a decir del dios, no era más que el surco inerte en el que el marido depositaba su semilla. El padre por lo tanto era el único progenitor que merecía respeto.
El asesinato cometido por Orestes, a decir de Apolo, no era sino una trivialidad, un asunto sin importancia, vamos, como atropellar accidentalmente a un perro.
Increíblemente, semejante defensa ganó el juicio.

Las Furias y la fertilidad de la tierra

La sentencia absolutoria arrancó gritos a las Euménides. Ante tal injusticia amenazaron con dejar caer una gota de la sangre de sus corazones sobre la tierra, lo que la volvería estéril y arruinaría las cosechas destruyendo a la gente de Atenas.
La advertencia amilanó a Atenea que se vio obligada a utilizar la lisonja e incluso el soborno.
Si las Erinias concedían en no cumplir su dicho les otorgaría una cueva especial para que fueran adoradas e instalaría nuevos ritos con el fin de que se les rindiera culto.
Aquella oferta resultó demasiado tentadora para las hermanas que finalmente cedieron.

Las Erinias para el escritor Robert Graves

De acuerdo con Robert Graves, autor de Yo, Claudio y del polémico libro La diosa blanca, el mito narrado por Esquilo da cuenta de un acontecimiento real.
El culto a los dioses masculinos había ido cobrando fuerza y desterrando las antiguas creencias matriarcales. La oferta de Atenea había sido en realidad un ultimátum dado a las sacerdotisas de las Erinias también seguidoras de la antigua Triple Diosa.
Si no aceptaban la opinión de que la paternidad era superior a la maternidad perderían el derecho a cualquier clase de culto.
La derrota sin embargo no fue total. Existen otras versiones de la misma historia, en las que las Furias continuaron persiguiendo a Orestes.
La Triple Diosa estaba oficialmente vencida, pero aunque Esquilo no lo quisiese reconocer en el inconciente colectivo su icono continuaba palpitando.

Alecto (en griego antiguo Ἀληκτώ, ‘implacable’) es una de las Erinias (o Furias de la mitología romana), hermana de Tisífone (la vengadora del asesinato) y de Megera (la celosa).
Según Hesíodo, era hija de Gea (la Tierra) fertilizada por la sangre derramada por Urano (el Cielo) cuando fue castrado por Crono.
Alecto es la Erinia encargada de castigar los delitos morales (tales como la cólera, la ira, la soberbia, etcétera), sobre todo si son delitos contra los mismos hombres. Su función es muy parecida a la de Némesis, con la diferencia que esta última castiga los delitos morales contra los dioses.

Megera (idioma griego: Μεγαιρα, significado: «La de los celos» o «La celosa»). Según la mitología griega es una de las tres Erinias, diosas infernales del castigo y la venganza divina. Se considera que Megera es la más terrible de las tres Erinias, pues es ella es la encargada de castigar todos aquellos delitos que se cometen contra la institución del matrimonio, especialmente los de la Infidelidad.

Tisífone era la Erinia encargada de castigar los delitos cometidos por asesinato: parricidio, fratricidio y homicidio.
Un mito cuenta que Tisífone se enamoró de Citerón, y terminó provocando su muerte por mordedura de serpiente, concretamente de una de su cabeza.



FUENTES: 

http://glup2.blogspot.com/2010_03_01_archive.html

http://paola-jauffred-g.suite101.net/las-furias-grecoromanas-a9772#ixzz1dZVWJmyf

sábado, 12 de noviembre de 2011

Despair

Si tuviera las fuerzas de verte a la cara, tomarte del cráneo, romper cada parte de tus huesos, despedazar cada partícula de tu moral y hervir tu pútrido cuerpo hasta hacerlo cenizas... para hacerte nacer nuevamente con la mente más limpia e inocente que pudiese existir en tu actualidad... Lo haría Gustavo Alberto... lo haría por ti.




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Es como mirar al firmamento de una laguna cristalínea: silencio perpetuo, amanecer desvaneciéndose... los surcos de un alma que se oculta en la fría profundidad del las aguas negras. Me congelaré en el infierno


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¿Volar?
 ¿Sentir el aire acariciar mis plumas blancas entre la suavidad de la noche? 
Simplemente desgarrar, 
despellejar cada fibra de esta máscara mortal. 
Abrirme. 
Difundir esta oscura energía que se reprime en este pequeño cuerpo infrahumano para desvanecer todo aquello que es injusto e innecesario.

Temed ante cada acto cometido. 
Temed ante cada susurro impuesto. 
Ustedes han dicho que hay cosas que no deben ser realizadas.
Mas sus actos son contradictorios y lo hacen. 

Temed por sus propias manos. 
Temed por sus propios instintos. 
Las Antiguas leyes los condenarán. 
Y ante la condena del origen de un todo... no podrás escapar. 
He aquí la injusticia de su propia justicia: la decadencia de lo que es moral y lo que es ético - pensamientos antiguos de mentes sin existencia.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Drafting ideas from a Play in process

Al llegar la noche, teme por nosotras. Estamos en todas partes y a la vez en ningún lado. . . somos las hilanderas de tu destino... somos las que atestiguamos tus actos. Teme. Llora. Ruega. Teme. Pero nunca... NUNCA.. pidas perdón por lo que hiciste, porque entre nuestras manos se teje la telaraña que te llevará a la ruina... La Tragedia de aquello que la gente dice que debe hacerse... pero jamas lo hace: sean testigos de su propia ruina pobres mortales. Henos aquí las Euménides, brujas de todo tiempo.