lunes, 16 de agosto de 2010

Trabajo de Estética I

Aquí mi reporte de trabajo final de Estética I... me hubiera gustado escribir más.. pero teníamos un límite de cuartillas y era a espacio 1.5 (y no digan nada pero.. me equivoqué y no lo puse a letra 12 sino una más pequeña... y pues en realidad fueron más cuartillas de las que me pidieron ¡ups!).

Teníamos que escribir sobre la estética en un trabajo o proyecto en el que estuviesemos trabajando actualmente... asi que retomé la cuestión de Efecto N. para ver la belleza de un vampiro aunque este tenga, físicamente, las características de una roedor... lo que para la sociedad sería algo repugnante.


La Estética de la Creación de un Personaje Horrible

Todo tiene una equivalencia en la vida dentro de la estética: existe lo que es armonioso, lo útil, la atracción por sus detalles, un todo. Cuando se habla de estética, se habla sobre algo que es “bello”. No importa cual sea este su significado a través del tiempo, luce espléndido por sus detalles útiles o equidad de constitución o forma tan atrayente. A mi parecer, la buena construcción de un personaje recae en la sutileza con la que se le trabaja. Como se sabe, según nos han enseñado en esta escuela con su perspectivo método, es necesario de varios elementos: antecedentes, una estructura de una forma sutil; corporalidad, en base a la forma de ser del personaje (sus antecedentes o estructura) y su objetivo a accionar ante la situación (la aptitud de su propia reacción); la voz o lenguaje, mismo que depende de la corporalidad y acción que se lleva. Todo esto crea un ornamento y por eso mismo, al verlo en escena, cuando está propiamente realizado, se crea una estética propia que el actor a dado a través de su estilo. En mi opinión, toda esta construcción nace a través de una energía o esencia que parte del alma del actor. Misma que se expande a través de lo que es ese ser humano y que utiliza lo que es el cuerpo como herramienta total de trabajo. De una u otra forma, tal cual sea la creación del personaje a través de métodos, lógica o teoría, lo que más importa es que esa esencia esté en un todo del actor y personaje: es el mismo vínculo que lleva al actor (un ser real) a un personaje (dentro de una ficción) el que si se llega a lograr mostrará la estética, la atracción de la idea del ser humano. Nada es lo que pareciera y aunque a lo que se refiere por estético (en una visión superficial e ignorante) recae en el maquillaje y la gracia del caminar, también pueden haber personajes tan “horrendos” y devastadores para la sociedad que aún así entrarían en la estructura de la estética por el simple hecho de ser imponentes aunque luzcan horribles al ojo humano.

Los griegos hablaban sobre lo maravilloso de los dioses: seres hermosos por partes específicas de sus cuerpos que resaltaban y que eran útiles. Aunque, también hablaban de lo horrendo como los titanes o monstruos que son tan maravillosos por ser imponentes y poderosos. Lo sobrenatural tiende a ser algo que llama la atención del ser humano. Es algo desconocido, fuera de la misma naturaleza y aunque la naturaleza sea vista como algo bella, lo sobrenatural por lo general está oculto y se clasifica en la oscuridad. La oscuridad tiene su belleza pero dentro de la luz: la luna que siempre ha sido inspiración para los poetas, tiene una luz que aleja las tinieblas tan densas y que solo deja residuos de sombras pequeñas, pero lo que no logra tocar se prevalece en la oscuridad, lo negro, lo desconocido y, por lo tanto, lo horrible.

¿Es acaso lo que desconocemos lo que nos provoca temor y por lo mismo lo que nos fascina tanto y nos llama la atención? Dentro de los temores está esa desgarradora visión de lo que odiamos de nosotros mismos o cosas que no quisiéramos volver a vivir por su impacto. Esa impresión que deja por lo fuerte que es, lo estético que resulta ante algo tan magno.

Los vampiros, son seres que alguna vez fueron humanos pero que murieron y regresaron a la tierra como no-muertos y para poder continuar existiendo necesitan alimentarse de sangre humana. El problema sería: ¿cómo crear un personaje tan terrible como un Drácula, un Nosferatu, un vampiro, que los demás personajes deberán de temer por ser una criatura tan imponente? Y claro, dentro de este ensayo, de ¿qué manera clasificar los elementos que lo vuelven estético siendo visualmente algo horrible mas no bello? (según tomando lo bello como algo agradable para los sentidos, siendo en este caso algo desagradable).

El resultado será estético, pero su construcción es lo bello: es útil para el actor. Lo hermoso del crear a través de un mismo cuerpo como herramienta, teniendo la esencia presente del actor (su ser o alma destilada con el personaje); es ante todo, un proceso que se va conjuntando en una forma específica a través de cada paso a descubrir.

Olvidemos por un momento los vampiros de las películas que vuelan en su forma humana sin haberse transformado en un animal, caminan por los techos, se queman con el simple contacto de sol, duermen en ataúdes y se aterran ante la presencia de una cruz o roce de agua bendita. El verdadero vampiro folclórico está ante el sol, pero a partir del medio día y además es un ser que tiende a ser exhausto. Tiene una apariencia completamente débil como si sufriera una terrible enfermedad. No se alimenta sino es de sangre. Sí, es pálido pero la fuerza que recae en sus manos es letal.

Está, entonces, la experimentación: Dormir hasta las 2 ó 3 de la madrugada. Tratar de descansar hasta el medio día. Alimentarse con lo mínimo y necesario. Notar resultados: es impresionante como todo este proceso lleva a que la luz afecte más la visión, el hecho de sentir hambre viene acompañado de una terrible excitación sexual. Siendo esto, la sexualidad, un factor muy importante del vampirismo: el atraer a otro ser es una manera de cacería. De igual forma, aunque se siente una terrible debilidad, la fuerza en las manos es inminente aunque no es una fuerza como tal sino energía, calor que puede contenerse y utilizar. El cuerpo cambia: la misma represión sexual y alimenticia lleva a un estrés y, en mi caso, este se concentra en los hombros y da una corporalidad como si hubiese una joroba o caparazón que va generándose poco a poco.

Algo que he notado, a través de esta experimentación, es que el efecto vampiro (la concentración y absorción de energía de otras personas) se intensifica a través de las emociones, pero de una en particular: el odio o furia. Este vampiro es lento pero excesivamente fuerte por lo que hay una contención tanto sexual como emocional. En el momento que se llevó a cabo la experimentación de la sexualidad vampírica era esto mismo lo que adquiría como alimentación. Es, en teoría, la sangre lo sexual una necesidad biológica de este ser sobrenatural. Porque siendo para el ser humano las relaciones sexuales como una necesidad, es para el vampiro el comer parte de un goce que reúne todo lo que había tenido en vida a través del gusto, la energía sexual.

La adaptación de algo inexistente a algo actual es como crear un nuevo cuerpo. Todo está constituido y tiene una forma específica y es nueva pero con las características de algo ya existente: la mortalidad. Es esto tal vez lo bello entonces, lo estético: llevar algo conocido a lo desconocido, la mortalidad a lo inmortal. Es tratar de encontrar dentro del alma algo que podría ser distinto y expresarlo a través de energía, misma energía que realce con movimientos lentos pero guardando en un cuerpo que depende de una necesidad como el comer y dormir.

Quizás, a lo largo de este escrito, he retomando el término de “bello” como algo armonioso para los sentidos. Aunque también debo considerar que lo bello se asocia con un atributo, como lo había mencionado antes: los dioses y características precisas como los pies o las manos que resaltan por su gran utilidad en el universo. Por lo mismo, las criaturas o monstruos pueden ser considerados bellos por sus atributos: Medusa, tan bella por su mirada capaz de convertir a cualquier ser en piedra, atributo que ayudó en aniquilar a un titán; las sirenas (criaturas que antes fueron musas y luego convertidas en mitad ave y mitad mujer), con su bella voz capaz de atraer a los hombres para devorarse sus cuerpos, atributo que ayuda a que los marineros no embarquen en las islas de los dioses; o las Furias, tan bellas por ser capaz de provocar la locura, atributo que ayudó en castigar a los mortales que cometían el perjurio, los robos o los delitos de sangre.

Lo bello del vampiro es su capacidad de tener esa anti-estética que cambia a través de su poder. ¿Porqué anti-estética? Porque de nada sirve, a través de esta experimentación, el hecho de sentir hambre y sufrir. Quizás, según los mitos religiosos y todo lo que existe en torno al vampiro asocian su existencia como un castigo. Pero actualmente, el ser un vampiro es reprimir emociones, mantener el odio y la sexualidad y eso no sirve de nada, por ello lo anti-estético. Pero, cuando surge una necesidad, una expresión, el terror que la gente siente a estas criaturas, entonces es cuando la estética es presenciada: No se reprime el dolor, se expresa y expande a través de la liberación de una libido que se aferra a la necesidad de alimentarse. Entonces si el el asesinar, tener dominio sobre otras personas, se vuelve en el atributo del vampiro, de ¿qué manera sirve para ser algo bello?: es bello para el vampiro porque es su necesidad, su utilidad existencial. Es estético para la gente que no puede expresar libremente su necesidad de odio, deseos de matar y de hambre sexual o de cualquier otro tipo ya que no puede expresarlo y verse reflejados en este tipo de leyendas se vuelve en algo en que deben creer.
Lo que va, como yo lo veo, de la estética “de lo horrible” es una simple necesidad de expresión de la humanidad. Un claro ejemplo son Las Brujas de Salem de Arthur Miller, donde la represión sexual es expresada a través de ilusiones de niñas y por lo mismo de salvar sus vidas llevando a la horca a otras. Es esto, estético, lo ya existente, no necesariamente sobrenatural, como los vampiros reales: Vlad Tepes, conocido en la historia como Drácula (hijo del diablo), emperador rumano que mandaba a “empalar” aquellos que no cumplían las leyes; Erzsébet Báthory, conocida como la Condesa Sangrienta, mujer que se bañaba en sangre de doncella para mantener su piel joven como dijo una vez Pizarnik “Ella es una prueba más de que la libertad absoluta de la criatura humana es horrible”. Siendo entonces, lo horrible necesario, equilibrio del universo. Todos estos ejemplos siendo repulsivos pero en si bellos por lo que se necesita decir. Pasa lo mismo en el teatro: no importa de que trata la obra, sea comedia o drama: hay necesidad de decir algo y si esta necesidad se cumple en escena, entonces se verá la estética a través de la esencia del ser humano, el actor y la visión del director.

No hay comentarios:

Publicar un comentario