Rosas siamesas

En este prado lleno de flores rojas existe una rosa siamesa.
Ambos botones rojos, uno mayor que otro.
Pero tras la polinización de la rosa más joven con las otras rosas blancas... sólo desea ser tocada por los pétalos que están a su lado.

Tan cerca y tan imposible de estar juntos.

Oh destino cruel... si tu risa fuera el aire, es entonces esta tempestad que arrasa los pétalos de la flor más joven. Dejando así con dicha al botón de mayor antigüedad.

Sin aliento ni néctar, la vida desvanece entre las manos de la joven pelirroja con ojos esmeralda.

-Di mi nombre pequeña rosa sin pétalos.
-No.
-No desaparezcas.
-No.
-Por favor... di mi nombre, pequeña rosa.
-No.
-Di/
-/No. Tú nombre nunca pronunciaré... porque es tu nombre mi legado.
-Entonces... sólo déjame existir.

La dama de cabello rizado rojizo.. arranca el botón más viejo y lo arroja al mar.