Recuerdos

¿Qué necesidad despertar cada noche para encontrarme con lo mismo?
¿Es acaso este espejo de mi horrenda apariencia lo que me mantiene cuerda?
¿Es acaso este inexplicable castigo divino de no recordar absolutamente nada de los años anteriores hasta el momento de sentir la sangre en mi gusto?
¿Es acaso esta amorfa amnesia inmortal por lo que dios me ha castigado? ... es sólo la verdad y la luz de la vivencia acometida que únicamente se presenta a través del asesinato, pero es sólo el verter la sangre a través de mis labios y de este desesperado ardor,deseo provocado por su aroma cálido en cuerpos ardientes lo que me hace querer vivir noche a noche.

No es nada sino la cruda realidad de esta fantasmagórica crueldad que se me ha impuesto?
No sé que más creer.
Mi nombre.. mi nombre era Adeline. Adeline Carwin y fui alguna vez un ser humano que vivía a la lejanía del campo que miraba justo hacia el mar.
Recuerdo esos momentos en que miraba hacia aquella línea que provocaba el océano y mostraba un bello sol.
Aquella luz que coloreaba las olas y derramaba con tal calidez el cielo.
Fue entonces cuando pensaba: algún día llegará ese momento, algún día conoceré la verdadera felicidad.
Estoy cerca.
Pero...
ahora mismo me doy cuenta
que esa era la felicidad.
Ese momento. Preciso. Aquellos segundos que dejaba alejarse sin comprensión.
Fui feliz
y ahora no sé que es lo que sucede conmigo.
Me alimento de sangre humana... desgarro con mis dientes la carne ... a veces con mis uñas como vil dagas en torsos y pechos desnudos...
todo en una excitante orgía de pasiones que aquellas almas disfrutan... a pesar de que mueren en mis manos.
Mueren... y se disipan dejando su último aliento en mi boca.
¿Pero qué sucede?
¿qué es esta inquietante vida que estamos teniendo?
Si sólo supiéramos que la felicidad siempre estuvo ahí... frente a nosotros... y ahora... simplemente ahora no sé porque vivo esta pesadilla día a día.
Es acaso ¿un castigo de dios? es acaso ¿mi falta de fe ante mi querido Edward?
Amor... amor mío. Si te tuviera en mis brazos todavía
palpitante
sonriente
feliz como lo eras hace ya varios años
teniéndote cerca de mi
pudiendo escuchar tu corazón sin necesidad de estar pegada a ti.
y tú... sólo sonriendo..
Sonriendo.
Pero no hay nada que podamos hacer ahora. Nada más. Sólo esperar que termine la noche y el sol cubra todos los pecados que la noche manifestó tras mi recuperación de esta fantasmagórica amnesia.