viernes, 30 de diciembre de 2016

De Cristal

Sólo una pequeña copa de cristal con una gota de vino que va resbalando en su interior: desde la orilla hacia la parte inferior. Todo negro y oscuro, excepto por el delicado carmesí que se va disolviendo con el paso de su caer. Nada detiene su secuencia de debilitada disolvencia.
Pero de la nada la gota se detiene... firmemente a la altura de pocos pasos para la caída final.

La oscuridad simplemente se transmuta en un silencio azulado y todo se convierte frío. Un frío tan penetrante que permite ver la bella y delgada línea que la gota, ahora rosada, que ha dejado en su pasar. Una bella y delgada línea que acaricia el interior de una copa vacía. Y de la nada... el silencio se rompe con el filo de una gota de vino que despedaza la copa con su último aliento de calor interno.
Sólo cristales rotos en la habitación. El azul, sólo se convierte en un negro desordenado.

Él le da la mano y la sostiene para nunca dejarlo ir.

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